La inflación en Chile continúa mostrando signos de moderación, ya que en el mes de agosto registró un inesperado 0,1%, ubicándose por debajo de las expectativas del mercado que oscilaban entre 0,3% y 0,5%. Estos sorprendentes datos, reportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se deben en gran medida al aumento de los precios de los alimentos.
En este octavo mes del año, según el INE, siete de las doce divisiones que componen la canasta del Índice de Precios al Consumidor (IPC) contribuyeron de manera positiva a la variación mensual del índice, mientras que cuatro mostraron incidencias negativas y una permaneció sin cambios.
Los alimentos y bebidas no alcohólicas destacaron con aumentos en siete de sus once clases, siendo las hortalizas, legumbres y tubérculos las que lideraron con un incremento del 2,8%, seguidas de cerca por las frutas con un 2,2%. De los 76 productos que componen esta división, 46 experimentaron aumentos en sus precios, con especial énfasis en la papa con un impresionante 10,8% de alza y el tomate con un 7,4%.
Vivienda y servicios básicos también mostraron alzas, en particular el gas con un 3,6%, lo que contribuyó significativamente al aumento general del IPC. Del total de 16 productos en esta división, siete experimentaron incrementos, siendo el gas licuado uno de los más destacados con un 4,0%.
Por el contrario, muchos tipos de bienes y servicios registraron un descenso, principalmente en otros servicios financieros con un claro descenso del -17,5%. En esta división, 12 productos registraron descensos de precios, con una contribución negativa de los costes financieros.
Este comportamiento de la inflación en agosto indica una tendencia a la baja en los precios de varios sectores, lo que podría tener implicaciones en las políticas económicas y monetarias del país en los próximos meses.